Añatuya llora la pérdida de Omar Arrieta


Omar “Chiqui” Arrieta, falleció ayer a los 64 años de edad. El hombre que quedó en la historia de los grandes acontecimientos por haberle marcado un gol agónico a Boca Juniors y al “Loco” Gatti para su Talleres de Córdoba, dejó este mundo para pasar a la memoria colectiva de todos los amantes del fútbol.

Jugó contra grandes glorias, se codeó con destacadas personalidades del fútbol argentino y hasta se dio el gusto de convertirle a Boca Juniors y vencerlo cuando el partido se terminaba.

Pocos saben que entre los añatuyenses se encuentra él, que desde muy joven conquistó muchas miradas que lo llevaron a pasear su calidad en diferentes estadios, vistiendo principalmente la camiseta de Talleres de Córdoba.

Su infancia futbolera se remonta al equipo de las llamadas “Casas Baratas” del barrio Manzione, cuyo equipo se llamó “Los Gabilanes”. Por la cercanía con la vieja cancha de Platense, la que estaba ubicada en los predios donde hoy funciona la Escuela Técnica N° 4, pasó a jugar en el “Calamar”. Allí compartió la pasión con nombres como Hugo Antinori, Miguel Buche, Negro Castro, Omar Mansilla y el Dr. Romacho.

Jugando para su querido “Calamar” es convocado para formar parte de un seleccionado de la Liga Añatuyense para enfrentar a Talleres de Córdoba. Con 17 años, era el menor del grupo de seleccionado y nada le hacía sospechar el camino que iba a emprender desde ese partido en el que defendió los colores locales junto a Alonso Castro, el “Zurdo” Coronel, Mario Suarez, el “Chaqueño” Castaño, entre otros más.

En el cruce histórico contra la “T” cordobesa ingresó en el segundo tiempo, pero causó la mejor impresión en el DT rival, que era nada más ni nada menos que Ángel Labruna. “Ese día fui elegido para ir a Córdoba a una prueba junto a Hugo Tevez y Rubén Bravo. Quedé solo yo de los tres y jugué durante dos años en cuarta división para pasar después a reserva en el año 1977. En el 78 la selección Argentina convoca a Luis Galván y esa fue convocatoria me hizo ocupar su lugar en la primera de Talleres”, recordó sobre su llegada a la gloriosa institución cordobesa.

En la “T” Arrieta jugó en todas las posiciones como defensor, aunque se sentía más cómodo jugando como primer central, especialmente cuando no era titular Luis Galván. Además, cuando jugaba como marcador de punta le gustaba pasar al ataque y a la hora de arrebatarle la pelota a un rival era de marca fuerte.




-Info: Pasión Amateur



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