Grito de Gol abre una nueva sección, esta vez de la mano del relator, periodista radial, conductor y colega Edgar Céspedes. Voz inconfundible en miles de partidos de Central Córdoba a lo largo de los últimos años, se expresa ahora la parte gráfica y se suma con sus conceptos y análisis personal para con el "Ferro", en su nueva travesía por la Superliga.
"Me pregunto... pregúntense ustedes, porque evidentemente al unísono escucho de manera repetitiva en todos los estrados de nuestro apasionado fútbol argentino, desde los hinchas hasta los grandes protagonistas, que son los jugadores, directivos técnicos, dirigentes, entre otros, hablar con otros términos de un curioso y casi fatal síndrome del Descenso como un presagio predeterminado que parecieren vivir aquellas instituciones que logran ascender a la Élite. Un hecho contradictorio, pero real.
Esa sensación innegable de determinismo, porque el fútbol en nuestro país genera una imagen voraz que deglute todo en sus periplos, proyectos, ambiciones, sueños...
¿Es tan así? O será que patológicamente nos sugestionamos a tal punto de sobredimiensionar las cualidades de los rivales, en vez de tomar un protagonismo genuino, auténtico, tratando de maximizar las fortalezas pero por sobre todo reduciendo las debilidades, para acortar la brecha que hoy se remarcan en cada opinión concreta: 'Tienen jerarquía, por eso nos ganan'.
Sinceramente mi obstinado pensamiento se resiste al determinismo, aferrándose cada vez más a los momentos vividos en muchos partidos en la última década, sobre todo en la Copa Argentina, donde las sorpresas ya no son tales, ya que el aspecto físico equipara todo desde hace un tiempo. Hay que soltar más las riendas al atrevimiento bien utilizado sin el perjuicio al ridículo o a pasar vergüenza, por que este es un juego y así lo expresa este fútbol, convencidos de entregar todo.
Ojalá que nuestros principales protagonistas tanto en la Superliga, la Primera Nacional y el Federal "A" entiendan que hoy nos están haciendo vivir un momento de inconmensurable felicidad. No solo hay que mantener ese lugar que hoy ostentan sino también mantener la ambición para seguir evolucionando institucionalmente y deportivamente, rompiendo así ese famoso hechizo negativo que siempre persigue a los recientemente ascendidos...
¡Vamos fútbol santiagueño, que podemos!"...
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