La última fecha de la Superliga le deparó a Central Córdoba una dura derrota ante Independiente, en Avellaneda, que lo complica sobremanera en su objetivo de la permanencia. El 3 a 0 que le propinó el “Rojo”, que presentó muchos juveniles en su formación inicial, desnudó las limitaciones del “Ferro”, que acumula cuatro partidos sin ganar, con dos empates y dos derrotas.
Fue un triunfo merecido de Independiente, sí, pero más cómodo en apariencias de lo que en realidad expuso en su juego, ya que le faltó claridad en varios pasajes del encuentro y nunca apareció ese fútbol que justificara una amplia victoria en el marcador como la que obtuvo.
Las imprecisiones y la falta de ideas coadyuvaron para que solamente con entusiasmo y algo de condiciones, los juveniles Lucas Gonzàlez y Brian Martìnez sobresalieran aún por encima de algunos de sus más experimentados compañeros.
Los santiagueños, entonces, con poco se encargaron de complicar por momentos a la última línea “roja”, sacándole la pelota a Independiente con el despliegue de Marcelo Meli y la latente peligrosidad en ataque de Jonathan Herrera, el delantero justamente pretendido por el club de Avellaneda a principios de año.
El primer tiempo y la primera media hora del segundo pasaron en blanco para el “Rojo”, ante el fastidio de su público, que en virtud de su pobre presente le dio la espalda este domingo, ya que pobló el estadio Libertadores de América apenas en un cincuenta por ciento, lanzándole permanentes mensajes a los más experimentados con el elocuente pero también poco realista “vamos, vamos los pibes”.
Y cuando los cánticos más arreciaban, ya sonando más a castigo para los grandes que a estímulo para los chicos, apareció la calidad, subyacente en Independiente desde que llegó, del venezolano Andrés Roa, para abrir el marcador con un golazo.
A partir de allí el partido se abrió e Independiente empezó a encontrar los caminos más fluidos hacia el arco de Diego Rodríguez.
Y apenas seis minutos después de esa conquista fue Matías Nani el que venció a su propio arquero para el 2-0, exagerando la ventaja sobre la hora un experimentado como Silvio Romero, cuyo cabezazo le permitió encaramarse en la cumbre de la tabla de goleadores de la Superliga con 12 tantos junto al riverplatense Rafael Santos Borré.
De esta forma, Central cerró su primera participación en Superliga dejando una imagen pálida, que poco tiene que ver con la mayoría de los partidos del certamen. Sin embargo, lo que ahora preocupa es que el promedio se enflaquece y, por ende, el margen de error se achica.
La buena para el “Ferro” es que le queda la Copa de la Superliga por delante para empezar a recuperar los puntos perdidos para no sufrir. Y comienza el fin de semana que viene, por lo que habrá revancha pronto.
-Info y Foto: El Liberal
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