Y un día, volvió a sonreír


Después de cinco partidos, Central Córdoba volvió a la senda de la victoria al derrotar a un inexpresivo Atlético Tucumán por 1-0, con gol conquistado por Claudio Riaño, a los 32 minutos de la etapa inicial.

El equipo de Rondina fue el "mejor" de los dos, dentro de un partido de poco vuelo futbolístico, porque aprovechó su ocasión de gol y porque controló mejor a su rival.

Con esta victoria, el "ferro" trepó a la séptima colocación de su grupo, con 9 unidades, pero lo más importante es que superó al rival de turno en la tabla de promedios del descenso.


EL PARTIDO

Los primeros 25 minutos fueron todo de Atlético, que si bien cedió la posesión de la pelota, se abroqueló bien en el medio, trató de robar ahí el balón y salir rápido de contra para los veloces Lotti y Ruiz Rodríguez.

Las primeras aproximaciones de gol fueron del "decano". A los 7, un remate cruzado de Lotti que Toselli tapó abajo con esfuerzo. Y a los 11, otro remate desde el borde del área de Ruiz Rodríguez que se fue alto y desviado. Los dos ataques del local se habían iniciado con pelotas perdidas en la mitad de la cancha por parte de Central Córdoba.

¿Y el equipo de Rondina? No hacía pie en el terreno de juego, pese a que intentaba ser prolijo en su salida desde el fondo, pero le faltaba movilidad y buen manejo del balón en la mitad de la cancha, como para inquietar al golero Campisi.

Entre los 15 y los 30 minutos, el partido entró en un pozo. Uno quería y no podía y el otro esperaba algún error como para aprovechar los espacios para atacar.

Sin embargo, los 32 minutos, Risso Patrón la metió al medio para Gil Romero, este no hizo pie y el balón siguió de largo; la capturó Kaprof (hasta ese momento, desaparecido en acción) y metió un exquisito pase para la entrada de Riaño entre los centrales, definición perfecta del delantero, con tres dedos del atacante, para ubicar el balón en el palo más lejano de Campisi.

Lo que había planeado hacer Atlético, le salió casi sin querer a Central Córdoba.

El gol no modificó nada. Siguió siendo Atlético el más peligroso. A los 32, un cabezazo de Tesuri se fue cerca; y a los 34, Guillermo Acosta ganó en velocidad por la derecha, le salió al cruce Fabio Pereyra, quien llegó una milésima de segundo tarde y derribó al volante "decano", claro penal que el juez Fernando Espinoza no sancionó en favor del local.

En los últimos 5 minutos del primer tiempo, a Atlético le entró la desesperación y Central aprovechó los espacios para contratacar. Gran corrida de Martínez por izquierda, sobre los 41, centro perfecto para la entrada de Riaño, quien en vez de definir, prácticamente la rechazó desde el borde del área chica. Increíble. Y dos minutos después, otra vez Martínez exigió una gran tapada de Campisi, luego de una jugada con muchos rebotes.


En el segundo tiempo, antes de los 4 minutos, Renzo López (que reemplazó a Kaprof) exigió dos veces a Campisi con remates de derecha. El partido se planteó de otra manera. Atlético salió a buscar la igualdad y Central se paró para jugar de contraataque.

En este nuevo diseño de partido, Central estuvo mucho más cerca del 2-0 que Atlético del empate. Las veces que el "decano" llegó a Toselli fueron por pelotazos frontales o un par de remates de media distancia que el arquero chileno resolvió muy bien. Por contrapartida, el "ferro" no supo aprovechar los espacios que dejó el conjunto local y desaprovechó varios contraataques con superioridad numérica, que le hubiesen permitido liquidar antes el partido.

Igualmente, el final del juego no fue el imaginado, porque Atlético nunca lo metió en un arco a Central y porque el "ferro" lo controló futbolísticamente y psicológicamente a su rival.




-Info: Nuevo Diario

-Foto: Prensa CC




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